Este período de Navidad me hace recordar un elemento muy importante de mi ciudad: el belén.En mi ciudad hay un belén que existe desde el 1741, por este motivo se llama "el belén del seteciento". Fue construido dentro de una cueva gracias al sacerdote Mariano Valerio que durante un violento temporal se refugió dentro de ella y se quedó surprendido por la belleza de ese lugar que le hacía recordar la gruta de Betlemme. Por este motivo decidió construir un belén con estatuas realizadas por artesanos locales en tamaño natural hechas en cera y madera. Los personajes son 30 màs o menos y sus trajes son muy simples y pobres. A esta pobreza se opone la riqueza y la fastuosidad de los trajes de los Reyes Magos realizados con tejidos damascados y bordados de oro. La atmosfera mística de este belén contribuye a la creación de un escenario sugestivo y al mismo tiempo realístico, animados por los animales y los pastores representados en típicas escenas cotidianas que rodean la Sacrada Familia.
El belén atrae la curiosidad de muschos turistas y fieles que van a visitarlo sobre todo durante las fiestas navideñas.
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